Oros Taurinos de Antique

La novena ceremonia de entrega de los Oros Taurinos que otorga la Sala Antique Teatro arrancó, como tiene acostumbrados a los asistentes, con un despliegue audiovisual que recorrió los momentos más importantes de la vida del toro. Con la sala repleta de gente, el periodista Emilio Trigo presentó a los encargados de conducir la gala, los también periodistas Inmaculada Casado y Juan Belmonte.

Por el escenario de Antique pasaron los protagonistas de las actuaciones más brillantes que tuvieron lugar en la Maestranza de Sevilla en el 2008, y junto al recuerdo de esos momentos, los premiados fueron recibiendo de manos de conocidos personajes del mundo del toro y de la cultura las exclusivas esculturas del sevillano Francisco José Casanova.

Algunos de los diestros galardonados no pudieron estar presentes pero hicieron todo lo posible por hacer llegar su agradecimiento, como fue el caso de Curro Romero que se dirigió a la audiencia por medio de un video, o de la llamada sorpresa de Miguel Ángel Perera, que expresó su tristeza por no poder estar presente en la próxima temporada sevillana. El diestro, que fue cogido el Domingo de Resurrección en Málaga, fue premiado por perfilarse como “El nuevo conquistador del toreo”.

El momento más emotivo de la gala fue quizás el recuerdo de José Luis Martín Berrocal, al que el jurado de los premios quiso conceder el título póstumo a “Una gran persona”. Su hija mayor Marisa Martín del Romero recogió el Oro Taurino y emocionó al público con unas palabras dedicadas a su padre y un “dejaste huella, papá” lleno de sentimiento.

Tras la actuación de la cantante María José Santiago y de la bailaora de San Diego que le hizo el acompañamiento, la entrega de los oros continuó con el Oro Taurino a la actitud heroica” de Carlos Casanova, banderillero del también premiado Pepín Liria. Las imágenes del quite providencial que el subalterno hizo a su matador pusieron los vellos de punta al público y arrancaron la ovación más rotunda de la noche.

Un año más Antique se ha situado del lado de la Fiesta, demostrando que está en el centro de las inquietudes de la sociedad sevillana, enmarcando todo ello en la hospitalidad de la que suele hacer gala la popular sala.