Se llama Copla

Desde pequeña he escuchado copla de la mano de mi madre. En mi época de adolescente me quejaba y tachaba a mi madre de antigua y pesada por intentar que escuchara las letras. Ahora soy yo la "pesada" con mis hermanos. Cuando menos se lo esperan les pongo coplas cuando los llevo a algún sitio en coche o les tarareo alguna parte. Y es que conforme me fui haciendo mayor, me iba dando cuenta de la pasión y del desgarro que traslucían, las historias que cuentan son trocitos de nuestra historia como nación y como personas.

Actualmente la televisión pública andaluza nos ofrece muy acertadamente un espacio dedicado a este género de la canción española, y es "Se llama copla".


Este programa, ganador de un Premio Ondas en el pasado 2008, es seguido por una gran cantidad de andaluces, y me consta que no sólo por personas mayores, a pesar de emitirse los sábados. Con un formato destinado a descubrir nuevas voces para la copla recuerda a los concursos de toda la vida, con el mismo objetivo en los que participaron muchas de los grandes artistas españoles de este tipo de canción nacional. Este es el caso de Estrellita Castro, que es precisamente quien me inspiro la idea de esta primera entrada del año en el blog.


Viendo un programa especial de "Se llama Copla" en la que se buscaba la "copla de nuestras vidas", con el objeto de la interpretación de "María de la O", se habló de Estrellita, y yo, gracias a esos instrumentos que resulta tan útiles para satisfacer la curiosidad como son "google" y "wikipedia", me enteré de algunas cosas que me resultarom curiosas.

En primer lugar el ya pasado año 2008 se cumplía un siglo del nacimiento de esta artista en Sevilla, concretamente en la calle Mateos Gago, en una casa que casi seguro que ya no existe porque en 1923 se realizaron una obras de ensanche, ya que hasta el momento era una angosta calle, similar a otras que se encuentran en el mismo barrio.

La cantante del barrio de Santa Cruz tiene en Sevilla una calle que la recuerda en la Alameda de Hercules, y tenía tambien una placa conmemorativa en la Plazuela de los Carros, que desgraciadamente desapareció al ser derrumbada la casa sobre la que se apoyaba.

Estrella Castro fue además de cantante, actriz. Filmó 4o películas,triunfando en sitios tan dispares como Nueva York, Argentina y Alemania.

La sevillana era menuda y muy salerosa, así como su madre, característica que le sirvió para ganarse muchas simpatías dentro y fuera de su profesión, además de ayudarle para impulsar su carrera artística.

En dos ocasiones actuó Estrella ante el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. La primera vez fue con 12 años y se dice que la reina le preguntó que querría cuando fuera artista. Ella respondió muy segura: "una pulsera de diamantes y un mantón de manila", y ambas cosas consiguió al poco tiempo de manos de Doña Victoria Eugenia y de la Condesa de Bermejillo respectivamente.

La segunda vez que actuó para los monarcas fue con motivo de la Exposición iberoamericana de Sevilla del año 1929. Este dato me ha llamado especialmente la atención, pues mi adorada abuela Conchita siempre me contaba que su madre había bailado las sevillanas y las boleras para el Rey en esta exposición que tuvo lugar en nuestra ciudad, hace ya 80 años.

Para acabar con los datos interesantes de esta sevillana coplera es importante contar que fue enterrada con el "caracolillo" en la frente, que es tan imitado hoy en día en algunas niñas a las que quieren vestir de "folkloricas". Este es sin duda un gesto que delata la peculiaridad de esta mujer que siempre nos vendrá a la mente al escuchar de su tambien peculiar voz. coplas tan conocidas como "Mi jaca" o "María de la O".
Volviendo al tema de la copla me gustaría apuntar que en mi opinión este género no está tomando un protagonismo especial como consecuencia de la aparición del programa televisivo.

Por el contrario creo que el hecho de que exista este programa es sólo la punta del iceberg, es sólo la prueba de que la copla sigue muy viva entre los españoles y los andaluces, que se sigue cantando en las casas, que los abuelos y los padres las enseñan a los nietos y a los hijos. La copla nunca ha dejado de estar en nuestros corazones y pensamientos a pesar de que haya quien se empeñará en desdeñar nuestra identidad tachándola de rancia y anticuada.