"Tarde de expectación, corrida de decepción"

Aún faltan cuatro días para la investidura del Presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama y ya parece que ha solucionado todos los problemas de la actualidad.

En las entrevistas a las estrellas de cine se pueden escuchar frases como "lloré tanto cuando Obama salió elegido que mi hijo pensó que pasaba algo grave". Will Smith es quien ha hecho recientemente este comentario. Quizás se sienta muy emocionado por el hecho de que este sea el primer Presidente negro de la historia de Norteamérica, pero aún así me resulta excesivo. Al oír cosas así parece que ha venido poco menos que "el mesías" o algún tipo de superhéroe que va a acabar con toda la injusticia, la pobreza y el mal del mundo.

Sin querer quitarle ni un ápice de merito a la campaña de Obama, a su aplastante victoria y a la seguro muy sabia decisión de los americanos, me parece, que por consideración al futuro presidente habría que darle un tiempo de garantía, o de otra forma, si por alguna razón se equivoca (ya que equivocarse es humano y todo apunta a que Obama lo es) el chasco será doblemente grande. Nunca es bueno vender la piel antes de haber cazado el oso y esto es lo que esta haciendo todo el mundo con respecto a Barack Obama.

Por otra parte me resulta muy curioso ver como gente que hasta hace poco se declaraba completamente "anti-americana" y que pensaba que los americanos eran cuanto menos unos burros a los que les encantaban los conflictos bélicos, pone sus esperanzas de un mundo sin guerras precisamente en un americano.

En el ámbito taurino se dice "tarde de expectación, corrida de decepción" para referirse a esos carteles que todo el mundo quiere ver, que agotan el papel en cuestión de horas y sobre los que se escribe mucho antes de que lleguen a darse. Muchas veces estas tardes resultan decepcionantes y no siempre porque sean aburridas o no se vea nada, sino porque la gente esperaba algo apoteósico. Esto es lo que me da la sensación de que está ocurriendo con Obama y su futura legislatura.

Esperemos que el "diestro" sepa enfrentarse a los "morlacos" que le esperan en chiquero y salga por la Puerta Grande, ya que el resto de los "toreros" parece esperar a que alguien saque las castañas del fuego, olvidándose de que la lucha contra la pobreza, la crisis, la contaminación, la discriminación, etc sólo se puede ganar si todos estamos en ella.